junio 19, 2006

Evo y Kirchner acordarían un valor inicial de US$ 5 para el gas boliviano.

Publicado en Clarín.

El precio saltaría de los US$ 3,2 por millón de BTU actuales a 5 en una primera etapa.

El esqueleto del nuevo acuerdo de suministro de gas entre Argentina y Bolivia estaría prácticamente definido y la única cuestión clave que deberán resolver los presidentes Néstor Kirchner y Evo Morales pasa por el ajuste inicial que registrará el el combustible importado.

El convenio que suscribirían los dos mandatarios el 29 de junio en Buenos Aires prevé una actualización del precio del gas en dos etapas. Estará condicionada a la puesta en marcha de una serie de negocios previstos para empresas locales que apuntarán a la industrialización de hidrocarburos en territorio boliviano.

De acuerdo con los datos obtenidos por Clarín, el primer aumento en el valor del gas se concretaría a partir de julio. Se pasaría del promedio actual de US$ 3,20 por millón de BTU a un valor cercano a los US$ 5 que deberá definirse en la reunión entre Kirchner y Morales.

El nuevo precio se mantendrá hasta fin de año y el 1º de enero de 2007 entraría en vigencia el segundo incremento que llevaría el combustible por encima de los US$ 5,50 por millón de BTU.

Para que se concrete el aumento del próximo año, la administración de Evo Morales deberá encarar con la estatal Enarsa y empresas privadas locales los primeros proyectos conjuntos para la industrialización del gas destinado al mercado interno boliviano.

Entre otros negocios que están agendados figuran la construcción de una planta separadora de gases, la ampliación de las redes de distribución del gas envasado en garrafas y la fabricación de equipos de GNC y GLP para el transporte vehicular.

En lo que respecta a los volúmenes de gas que están en juego, el nuevo acuerdo de abastecimiento ratificará que Argentina continuará recibiendo en los próximos cinco años hasta 7,7 millones de metros cúbicos diarios. Es la capacidad máxima de transporte que existe actualmente entre ambos países y representa casi el 4% del consumo nacional.

A mediano plazo, Bolivia se comprometerá a realizar las inversiones necesarias para garantizar la venta de 20 millones de metros cúbicos adicionales. Para acceder a ese suministro, Argentina deberá construir el demorado gasoducto del Nordeste (GNEA), el proyecto que impulsa el grupo Techint y que demandará una inversión de US$ 1.500 millones.

La obra recién estaría terminada para principios de 2009 y cuando se produzca el salto de las importaciones habrá una nueva negociación para redefinir el precio del gas.

Las compras de gas a Bolivia habían arrancado al inicio de la década del 70 y se mantuvieron constantes hasta fines de 1998. En medio de la crisis energética de principios de 2004, el gobierno volvió a importar gas por medio de un acuerdo "solidario" que le permitió pagar un valor sustancialmente inferior a los del mercado internacional.

La nueva etapa importadora arrancó con una compra diaria de 5 millones de metros cúbicos y a un precio precio promedio de US$ 1,60.

A principios de 2005, se elevó la cantidad a 7,7 millones de metros cúbicos diarios y el precio pasó a US$ 2 por millón de BTU. Y luego del desembarco de Evo Morales en el Palacio Quemado, el valor del gas volvió a aumentar a US$ 3,20.

Ahora con los ajustes en danza, por cada dólar que aumente el gas, deberá desembolsar una suma adicional de US$ 60 millones anuales.

Por distintos motivos, la negociación que llevan adelante los funcionarios argentinos y bolivianos es seguida con mucha atención desde Brasil y Chile.

Brasil —que importa casi 30 millones de metros cúbicos diarios de Bolivia— no ve con agrado que Argentina acuerde primero con Evo Morales un nuevo precio del gas. El gobierno de Lula quiere dilatar su negociación con Bolivia y hacer valer su mayor poder de compra para el precio suba lo menos posible. En tanto, Chile se mantiene expectante.