mayo 07, 2006

Nacionalización: Bolivia está preparada para enfrentar arbitrajes con petroleras.

Publicado en RedBolivia.

APG Noticias
Mayo 7, 2006, 21:17 EDT

La Paz, Bolivia --

Ante amenazas de juicios internacionales, el Gobierno de Evo Morales anunció que está preparado para cualquier arbitraje y justificar que la nacionalización de los hidrocarburos es legal.

El vicepresidente Álvaro García Linera aseguró que las empresas petroleras darían una muy mala señal, si optaran por un arbitraje internacional en contra de la nacionalización de los hidrocarburos.

Dijo que todas las empresas petroleras que operan en el país deben someterse a las nuevas reglas legales que emitió el Gobierno, aunque aclaró que hay 180 días para negociar algunos términos.

"Entendemos que las petroleras van a entender esta línea y consideramos que tienen que adecuarse y subordinarse a esta posición soberana de los bolivianos. Esperamos que no hayan esos arbitrajes internacionales porque nuestro decreto tiene fundamento jurídico, legal, racional, económico e histórico", afirmó García Linera.

Según el segundo hombre de país, es amplia diferencia entre una ganancia lícita, de entre las "extraordinarias y abusivas" que tenían las petroleras asentadas en el país, desde hace 10 años.

PETROBRAS

La estatal brasileña Petrobras dio un plazo de 45 días al gobierno de Bolivia para que defina el precio del gas natural que vende a Brasil, tras el cual la petrolera brasileña recurrirá a un arbitraje internacional en Nueva York.

Según un comunicado divulgado por Petrobras, en que se posiciona con relación a un aumento de precios anunciado por Bolivia, el contrato entre la estatal brasileña y la boliviana YPFB "establece los mecanismos de deben regir la negociación, y nosotros vamos a seguir los procedimientos previstos".

Esos procedimientos establecen "primero, una negociación directa entre las partes por un período de 45 días. Si no hubiera acuerdo, el próximo paso es el arbitraje internacional en Nueva York", explica el comunicado.

Contradiciendo la forma diplomática con la que el presidente Luiz Inacio Lula da Silva pretende resolver el diferendo entre ambos países, luego de anunciada por Bolivia la nacionalización de sus reservas de hidrocarburos, Petrobras afirma que "no acepta aumento de precio del gas que Brasil importa de Bolivia".

REPSOL

El ministro español de Industria, José Montilla, sentenció que la negociación entre España y Bolivia debe compatibilizar "el interés legítimo" de la petrolera hispano-argentina Repsol YPF con el "también legítimo" derecho del país andino a "obtener más recursos" de sus yacimientos energéticos, según una agencia internacional.

Montilla recordó que el decreto aprobado por el Ejecutivo que preside Evo Morales sobre la nacionalización de los hidrocarburos establece un plazo de 180 días para negociar "las nuevas condiciones" de las empresas que operan en Bolivia "y por tanto lo que hay que hacer es negociar y dialogar".

ACCIONES

El Gobierno de Evo Morales nacionalizó cinco empresas petroleras, pero desconoce cómo pagar las acciones de éstas para asumir como socia mayoritaria, sin embargo, en los próximos días designará a sus representantes en los Directorios para que definan la administración de éstas.

A pesar que la nacionalización fue decretada el lunes uno de mayo, el Estado todavía no definió cómo resarcir a los inversionistas privados, tampoco asumió la administración ni las operaciones de las empresas.

Por ahora, en Andina, Chaco, Transredes, las refinerías Gualberto Villarroel y Guillermo Elder Bell, y en la Compañía Logística de Hidrocarburos Bolivia (CLHB) continúan operando y administrando los privados, según el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Jorge Alvarado.

El Ejecutivo analiza modalidades para pagar las acciones de las compañías privadas en las cinco nacionalizadas, puede ser en efectivo o especie, según indicó el superintendente interino de Hidrocarburos, Víctor Hugo Sainz.

Bolivia quiere aumentar un 65% el precio del gas.

Publicado en La Nación.

El gobierno argentino pretende que siga al mismo valor; posible impacto en la inflación

LA PAZ.– Por primera vez el gobierno boliviano reconoció públicamente qué precio le propondrá pagar a la Argentina, de ahora en más, en la negociación por el gas que le vende: 5,50 dólares el millón de BTU (la unidad de medida), un aumento de casi el 65 por ciento. No son buenas noticias para el gobierno argentino, que pretende que se mantenga el valor actual del fluido de 3,35 dólares o que la suba sea mínima.

Las empresas energéticas radicadas en el país pagan hoy a Bolivia por el gas 240 millones de dólares al año, cifra que treparía a 397 millones de prosperar la iniciativa de la administración de Evo Morales.

Carlos Villegas, economista y ministro de Planificación del Desarrollo de Bolivia, no dejó duda al ser entrevistado ayer por LA NACION. “Nosotros dijimos 5,50 dólares el millón de BTU, especialmente por el comportamiento del gas en el mercado internacional. No nos podemos bajar sustantivamente de esa propuesta”, advirtió. Además, consciente de la preocupación de la administración Kirchner por el eventual impacto en los precios de un alza del gas boliviano, Villegas afirmó que no cree que ese incremento provoque inflación.

La entrevista se realizó en el despacho del ministro y fue realmente sorprendente el día y la hora: sábado, a las 8. Es que el ritmo cambió para este país con la nacionalización de los hidrocarburos. Todo el gabinete trabaja ahora, en esta ciudad, en la confección de un plan económico que se lanzará esta semana.

La atención del mundo, tanto de los gobiernos como de los medios internacionales, parece estar puesta sobre Bolivia y la situación energética de América del Sur. Sin ir más lejos, en su edición de este fin de semana, el diario francés Le Monde lleva en la tapa una gran foto de los presidentes Kirchner, Morales, Luiz Inacio Lula da Silva (Brasil) y Hugo Chávez (Venezuela) bajo un título que habla de un "compromiso frágil" de los mandatarios para el mantenimiento del suministro del gas boliviano.

La franqueza no es nueva entre los funcionarios del presidente Morales. Aquí todos hablan, nadie se esconde. Cualquier periodista puede, por ejemplo, ingresar en el Palacio de Gobierno, cuantas veces quiera y sin explicar para qué, con sólo presentar su credencial, algo que no ocurre ni en el municipio más pequeño de la Argentina.

Así es que Villegas, considerado el ideólogo del plan económico de Morales, recibió a LA NACION para hablar del tema del gas.

-¿Cree que van a conseguir imponer el valor de 5,5 dólares el millón de BTU?

-Eso es lo que tenemos que negociar. Lamentablemente, América latina no tiene un mercado de precios.

Nosotros, con el decreto de nacionalización, queremos constituirnos en un marcador de precios. Por eso hemos decidido que el gobierno boliviano sea el que defina valores para el mercado externo. Esto no va a ser una imposición: se va a lograr por consenso. La región tiene que lograr cierta seguridad energética.

-Kirchner va a objetar que el alza del gas para las empresas energéticas con presencia en la Argentina se traducirá en inflación.

-Claro. Bueno, hay que negociar. Pero yo creo que no necesariamente el aumento de un precio tiene efectos inflacionarios. Generalmente, la inflación obedece a un conjunto, a una canasta de precios. No me parece que el aumento en un sector tenga efectos significativos para el resto de la economía. A lo sumo será en un solo rubro. Pero es una negociación; todavía no sabemos exactamente de cuánto será el aumento.

Tanto el ministro [de Planificación Federal], Julio De Vido, que nos visitó aquí, como Kirchner después, según nos ha transmitido nuestro presidente, han mostrado una excelente disposición para negociar, para llegar a un precio que será más elevado que el actual.

- ¿Qué respuesta percibió en las petroleras, a cinco días de LA NACIONalización de los hidrocarburos?

-Hay que tener en cuenta que ésta era una promesa de la campaña electoral. Las empresas sabían que el gobierno tomaría esta decisión.

-No es lo que dicen. Dicen que las tomó por sorpresa. Quizá se les transmitieron las líneas generales, pero no los detalles.

-Puede ser. Es cierto que el detalle, la letra pequeña, no se conocía. Pero la verdad es que las petroleras tuvieron la reacción que esperábamos en toda empresa con grandes ganancias, como ocurre en todo el mundo.

Era obvio que las que tienen ganancias extraordinarias reaccionaran. En este caso, particularmente, Repsol YPF y Petrobras. Y también los gobiernos. Hay que decir que el gobierno argentino no ha tenido una reacción abrupta, desmesurada, al enterarse de la noticia.

-Pero se sorprendió. Tampoco sabía de la nacionalización.

-No, claro, no les dijimos. Fue una decisión soberana, a ningún gobierno se la comunicó con anticipación.

-¿Cree que el modelo boliviano podría ser aplicado en otros países? Hay quienes lo piden en la Argentina.

-Bueno, cada país tiene sus particularidades y singularidades. El nuestro es un país con problemas concretos, y la nacionalización fue una de las principales demandas de la población boliviana. La Argentina tiene también sus particularidades: el presidente Kirchner redefinió, apenas asumió, la relación con las empresas, pero no necesitó tomar decisiones como la nuestra.

-¿Bolivia se está cerrando al mundo?

-Eso es lo que no queremos. Por eso estamos conversando con los gobiernos y las empresas, explicándoles que esto no fue un capricho de Evo Morales, sino un reclamo histórico, con años de confrontaciones, conflictos e incluso muertos. No queremos volver a cometer los errores del pasado. Vamos a tener una empresa estatal, no monopólica.

Necesitamos mucho de la inversión extranjera, y en especial de la extranjera privada. No hay una actitud de cerrazón, todo lo contrario.

-Se habla del gasoducto hacia la Argentina, pero esa obra se frenó porque Techint y Repsol YPF veían, en los últimos años, incertidumbre en Bolivia.

-Esas empresas tienen toda la razón. Por eso es que estamos hablando con las compañías. Les explicaremos, por ejemplo, que una vez que se firmen los contratos serán aprobados por el Congreso y no se cambiará nada, absolutamente, ni un solo impuesto durante los próximos 20 o 30 años.

-¿No es difícil de creer eso en América latina?

-Es que estamos en una inflexión. Los errores del pasado le costaron mucho a Bolivia. No se puede cambiar siempre. La clave es que, a partir de ahora, habrá ventajas para ambos: para el gobierno y también para las empresas, que tendrán ganancias normales. Hay que entender que la nacionalización de los hidrocarburos no significa la expulsión de las empresas, ni mucho menos la expropiación.

Por Francisco Olivera
Enviado especial

Advertencia de Brasil a Bolivia por el gas.

Publicado en La Nación.

El asesor del presidente Lula, Marco Aurelio García, destacó las desventajas para el gobierno de Morales en caso de no arribar a un acuerdo; "Si dejamos de importar, tendrían un problema gigantesco", sostuvo

A casi una semana del anuncio de la nacionalización de hidrocarburos bolivianos, Marco Aurelio García, asesor del presidente de Brasil, volvió a presionar para lograr un acuerdo al advertir: "Si dejásemos de importar, Bolivia tendría un problema gigantesco".

En declaraciones al diario Folha de Sao Paulo, el asesor de Luiz Inacio Lula da Silva consideró que la nacionalización de los hidrocarburos, que afecta las actividades de la estatal brasileña Petrobras en Bolivia y supone un aumento del precio del gas exportado, deja al país del altiplano con pocas alternativas, ya que Brasil es el mayor comprador de ese producto.

"No sólo matarían la gallina de los huevos de oro sino que también tendrían problemas graves por razones técnicas", expresó.

"En el proceso de extracción del gas -explicó García- se separan los combustibles líquidos. Si no exportan gas, tendrán que quemarlo, y no tienen mecanismos para eso".

García, que ha coordinado la política exterior brasileña para América del Sur, cree que Brasil y Bolivia pueden llegar a un acuerdo porque existe una interdependencia en la que el primero necesita vender su gas y el segundo necesita de ese combustible para mover su economía.

"La reacción de Brasil fue prudente. El momento no está para hacer bravuconadas", aclaró García.

Desde La Paz. El viceministro de Hidrocarburos de Bolivia, Julio Gómez, ratificó hoy desde La Paz, el cumplimiento de los compromisos de suministro de gas a Argentina por parte de su país, y desestimó un retiro masivo de las petroleras extranjeras "porque las reglas de juego son claras"

En referencia a la Argentina el funcionario aseguró: "Vamos a seguir negociando bilateralmente y los equipos técnicos seguirán trabajando para poder conseguir mejores precios. Somos conscientes de que la matriz energética argentina esta fundada en el gas, y necesita del gas boliviano, y en ese sentido nosotros somos fieles a nuestro compromiso".

En declaraciones a una radio argentina, Gómez remarcó que "nunca se han interpuesto ni nunca se han perjudicado las exportaciones y tampoco en esta etapa de grandes definiciones se lo hará. Este es un gobierno demasiado serio, demasiado responsable con la comunidad internacional y con los contratos que se suscriben, de tal suerte que así se cumplirán y así se hará definitivamente".

El precio. En tanto, el gobierno boliviano reconoció cuál será el precio que le propondrá pagar a la Argentina: 5,50 dólares el millón de BTU (la unidad de medida), un aumento de casi el 65 por ciento.

En una entrevista de LA NACION, Carlos Villegas, economista y ministro de Planificación del Desarrollo de Bolivia, planteó: "Nosotros dijimos 5,50 dólares el millón de BTU, especialmente por el comportamiento del gas en el mercado internacional. No nos podemos bajar sustantivamente de esa propuesta".

Las petroleras. En relación con el futuro de las petroleras extranjeras que operan en el país andino, el funcionario señaló: "Ellas han manifestado su total acatamiento a las nuevas reglas de juego, entonces no puede haber discusión alguna y no creo que de ninguna manera haya una estampida de las empresas".

Fuentes: Télam y EFE

YPFB toma control de las empresas nacionalizadas.


Vía Telesur.